jueves, 26 de abril de 2007

Fluctuación emocional en Chile

Mientras algunos se preocupan de tonterías como la molestia de Pinilla o el tonto de turno, sigo preguntándome que forma esta tomando y que camino esta recorriendo Chile.

Si mi país está tan confundido como yo sobre la realidad, entiendo su inmovilidad, comprendo que en Chile lo mediocre a nivel mental se pase por alto, que las personas elijan lo mínimo en vez de lo mejor.

La calidad de vida en un país es su salud, mental, emocional y psíquica y a mi me parece que Chile se ha detenido, su órbita hacia la expansión y comprensión coolaborativa ha quedado en algo mas bien difuso, quizás, un proyecto desechado a medio camino, y se ha vuelto a la pesada inercia del consumístico día a día y la pasión desenfreanada por la evasión.

Chile tiene entonces algo parecido a un pensamiento líquido con un flujo extraño que se vuelve en si mismo, parecemos bizarros ratones enlatados en el metro, nos reímos de la compresión zip, pero seguimos inmóviles en acción, soportando cualquier cosa por que si.

Chile es como un tipo sin amigos, no recurre a nadie en períodos de escasez de ideas, de relaciones, de opciones. Nuestro país se entera, o quizás no de la existencia de alguien como Joseph Stiglitz que nos ha propuesto caminos diferentes para existir económicamente y no lo tomó en serio. Hay experiencias en La India de bancos populares exitosos con enormes índices de retorno y que han logrado darle una vuelta a la pobreza.

¿Que diablos esperas, Chile dormido, Chile ciego?